jueves, 12 de marzo de 2009

Una vida marcada por el sufrimiento


Una de las cosas que más me ha impresionada durante la visita a su casa-museo ha sido uno de sus corset de yeso, de los tantos que usó durante su vida, adornado con dibujos alrededor de las manchas de sangre.

Frida expresó lo siguiente acerca de sus métodos surrealistas para integrar un elemento tan doloroso al arte:"¡¿Quién diría que las manchas viven y ayudan a vivir?! Tinta, sangre, olor!!. No se que tinta usaría que quiere dejar sus huellas en tal forma. Respeto su instancia y haré cuanto pueda por huir de mí mundo. Mundos entintados, tierra libre y mía! Soles lejanos que me llaman porque soy parte de su núcleo. Tonterías. ¿ Que haría yo sin lo absurdo y lo fugaz? ".....

El propósito de utilizar las líneas y la forma para captar imágenes fantásticas sobre el subconciente reaparece en varios dibujos realizados por Frida sobre pequeñas hojas sueltas en papel durante los años '40. Algunas de éstas consisten en una red extremadamente intrincada de líneas cuya misma energía e impulso parecen transformarla en rostros, venas, pies y ojos.

Frida intentaba en esos dibujos interceptar al inconciente para plasmarlos en el mundo "real", sus aventuras inconcientes representaban una realidad significativa para esta mujer que, inválida, estaba postrada muy a menudo en su cama.En palabras de Frida: "pensaban que era surrealista, pero no estaban en lo cierto. Nunca pinté sueños, pinté mi propia realidad".....
PK

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